Displasia de Cadera

La displasia de cadera está definida como una alteración en los elementos que constituyen la articulación. Al existir una falta de cobertura de la cabeza femoral, la carga (peso del cuerpo) se reparte en una menor superficie de contacto y, con el paso del tiempo, puede ocasionar daño del cartílago y consecuente artrosis. En general se manifiesta inicialmente con dolor en la segunda y tercera década de la vida, aunque puede iniciar síntomas en forma posterior. Es por esto que el tratamiento se debe realizar antes de desarrollar artrosis. Este tratamiento habitualmente comienza en la infancia, cuando la displasia es detectada con una radiografía de pelvis a los 3 meses de vida. Habitualmente el resultado del tratamiento en la infancia genera una articulación en muy buenas condiciones, pero existen casos en los que a pesar de este manejo puede persistir una displasia residual, la cual debe ser tratada apenas se inician los primeros síntomas. Existen varios procedimientos quirúrgicos para el manejo de la displasia de cadera, pero en la actualidad no hay discusión de que el tratamiento consiste en una osteotomía periacetabular de Ganz, técnica que fue desarrollada por Reinhold Ganz el año 1985 en Suiza y el cual es un procedimiento que realiza nuestro grupo al igual que en los centros más importantes del mundo. Esta técnica ofrece la corrección de la cobertura de la cabeza femoral y preserva la estabilidad de la pelvis. Además, no adiciona cojera al paciente en el post operatorio. Se realiza mediante una incisión oblicua a nivel inguinal con exposición de las estructuras óseas. Una vez que se han realizado los cortes en el hueso de la pelvis, se realiza un desplazamiento de la parte superior de la articulación (acetábulo) hacia la posición que queremos corregir, aumentando la cobertura de la cabeza femoral. Luego se fija con tornillos para lograr la estabilidad y posterior consolidación del hueso. Este proceso tarda en promedio 8-12 semanas, durante las cuales se realizan actividades de rehabilitación, incluida la deambulacion desde el primer día post operatorio. La indicación de esta cirugía debe ser evaluada caso a caso, ya que depende de condiciones tales como: edad, nivel de actividad del paciente, grado de la displasia, grado de lesión del cartílago al momento de la decisión u otras. Es por lo tanto indispensable un examen clínico, al igual que estudios radiográficos variados para decidir la realización de esta cirugía